miércoles, 23 de febrero de 2011

Cabalgando hasta la Poza


Ver Máncora en un mapa más grande




Cabalgando hasta la Poza.- La excursión a la poza fue perfecta. El camino a caballo me hizo pensar que esta es una manera muy emocionante de acercarse al territorio y al paisaje... Siempre envueltos en el traqueteo de los cascos de los caballos sobre los diferentes terrenos, los roces de la silla, las hebillas de las riendas o los estribos; pero también los pájaros, insectos, alguna oveja, el relinche de los caballos... el rumos del agua del río, el viento (en ocasiones hasta perjudicar la propia grabación), fuimos adentrándonos en un terreno semi-boscoso pero al mismo tiempo bastante árido. Finalmente llegamos a las pozas... un baño relajante y un bocado rápido es lo poco que hicimos antes de emprender el camino de retorno. La vuelta no es tan emocionante: porque ya conoces el camino, por el cansancio, ya se empiezan a notar las rozaduras en los pies, el dolor de nalgas por los incontable rebotes en la silla, el calor... Y, aunque las paradas para refrescarse siempre ayudan, al final, solo pensaba en llegar y bajarme del caballo.

lunes, 7 de febrero de 2011

En moto-taxi a la cita con Ronald




Una mañana salimos muy temprado del apartamento. Con una moto-taxi (que acordamos el dia anterior) bajamos hasta Máncora por un camino sin asfaltar lleno de baches y desniveles que dificultaban la conducción. Una vez alcanzada la carretera asfaltada, aceleró, aceleró hasta dejarse ir... y llegar, con la inercia, hasta el centro del pueblo. Allí nos bajamos, cruzamos la carretera y fuimos hasta el lugar en el que esperábamos encontranos con Ronald. Con él habíamos quedado para hacer una excursión a caballo hasta unas pozas de agua caliente que hay en la zona. Al llegar a la playa nos esperaba una sorpresa... Finalmente, salimos hacia las pozas.