miércoles, 28 de septiembre de 2016

La superilla de Poblenou

Punto1
Punto 2
(Imágenes cedidas por Màxim Castillo)

La nueva superilla que está implantando el Ayuntamiento de Barelona en el distrito de Sant Martí, próxima a Poblenou, (22@), está suscitando bastante polémica en las últimas semanas con un amplio abanico de argumentos a favor (encauzar el tráfico, mejorar la vida de las personas que viven en estos barrios, crear espacios y sinergias vecinales…) y en contra (reducción del espacio de aparcamiento, ampliación de los tiempos en los recorridos, posibles perjuicios para los comercios). Por ese motivo el pasado lunes 19 de septiembre me acerqué hasta la superilla de Poblenou con la intención de realizar algunas grabaciones que me ayudaran a calibrar el impacto acústico de dicha medida.

Aquí dejo el resultado para que cada uno valore…

Punto 1.- Ciutat de Granada / Almogàvers




Punto 2.- Ciutat de Granada / Tànger


Al escuchar estos cortes, me quedo con dos impresiones (porque con dos grabaciones no se pueden extraer conclusiones): por un lado resulta evidente que la presión acústica en una y otra esquina es muy diferente. Sin duda lo que podríamos llamar el “stress acústico” es mucho menor dentro de la isla que fuera de la misma.

La segunda es que al reducir la intensidad del rumor continuo del tráfico, los sonidos que se escuchan en la zona tranquila resultan más intensos y, en ocasiones, invasivos que aquellos que se producen entre una nube acústica de mayor intensidad. Eso puede hacer que los sonidos que se produzcan (motos, trabajos, señales acústicas, músicas, voces…) puedan resultar más molestos.

Es cierto que la zona está en obras (Pere IV) y eso hace más difícil tener una impresión clara de cómo será el barrio cuando acaben las obras, y será necesario un tiempo para sacar conclusiones. Pero, desde la perspectiva acústica, los beneficios de la redefinición del uso de los espacios urbanos (y en especial los destinados a la circulación de vehículos de motor) parecen evidentes.


Info:


- Una reflexión en relación a la superilla:

- Nota de la AA.VV. de Poblenou (aparece en el texto anterior): http://favb.cat/node/1087


- Campaña para que se anule el proyecto piloto de la superilla de Poblenou: https://www.change.org/p/ajuntament-barcelona-no-a-la-superilla-del-poblenou

martes, 20 de septiembre de 2016

Olas y pájaros en Cala Turqueta



El coche lo dejamos en una zona de aparcamientos, bajando por el camino de la Marjal Vella. Al llegar a Cala Turqueta optamos por continuar caminando hasta la Cala Macarelleta y un poco más allá, Cala Macarella. Al atardecer volvimos y me quedé un rato parado escuchando... y grabando el mar…: las olas… el agua… el chisporroteo de la espumilla que coronas los amables y absorbentes vaivenes del  mar con la fina y porosa arena…
A los pocos minutos nos alejamos de aquel cadencioso y envolvente trajín para adentrarnos en el no menos envolvente bosque acompañados de diversos trinos y llamadas de algunos pájaros mientras nos alejábamos de la playa.

lunes, 11 de abril de 2016

Inmersión acústica en la materia y el espacio


No es frecuente observar un edificio por los sonidos que lo constituyen, lo caracterizan y le dan esa discreta pero profunda identidad. Y precisamente por eso, reflexionar, captar y presentar el lado audible de un espacio y los elementos que lo constituyen (puertas, escaleras, salas, suelos, pero también cajas de cuadros eléctricos, dispositivos varios, instalaciones…), llegando incluso hasta la intimidad de la materia de la que están hechos; nos abre una puerta a una experiencia de escucha creativa muy estimulante. Porque aún sin conocer el Centro de Cultura Antiguo Instituto de Gijón, y ni siquiera haber visto las imágenes que ilustran este trabajo antes de escribir estas líneas, los momentos que brinda “Edificio Resonante” estimulan y alimentan una impresión, una emoción y un recuerdo que, de alguna forma, une a quien lo escucha a este edificio, a quienes lo construyeron, lo habitaron, lo rehabilitaron; y a quienes, a día de hoy, le dan vida.


Por supuesto, esos golpes, chirrido, vibraciones, crujidos, campos magnéticos, reverberaciones y demás fenomenología que puebla esta obra, te unen, a través de una conexión invisible, a su creador. Juanjo Palacios no es alguien desconocido para mí: La Escucha Atenta (LEA) publicó mi único trabajo, participé en “La mina y sus sonidos” (un proyecto desarrollado en LABoral, en Oviedo), asistí a su actuación en Deriva Sonora (Museo Reina Sofía) cuando ya conocía Senda Sonora (en tándem con Edu Comelles), hasta he tenido la oportunidad de acercarme a una de las sesiones del proyecto Mapa Sonoru); y le sigo, a distancia virtual, en su incesante y certera actividad.


Su trabajo, como en otras ocasiones, me transmite esa sobriedad relajada y esa sencillez exquisita que conduce suavemente a un universo de texturas inaccesibles y espacios dislocados, de diálogos entre bisagras y pulsos inaprensible; de zumbidos inauditos, de voces intuidas, de siseos y crujidos ensoñados. Un universo que transporta de ambientes industriales a espacios reverberantes, de la intimidad de los objetos animados a las metalizadas lluvias cotidianas. Un universo por el que resulta muy emocionante transitar, sin más urgencias ni limitaciones que las establecidas por la versión corta o la versión extendida de la composición.

Nada de esto ocurriría sin la destreza y el buen uso de los diferentes recursos, materiales, técnicos y estilísticos que permiten revelar y señalar la dimensión sonora o acústica de este singular y significativo edificio. Una dimensión, física también, pero que, a diferencia de la material, que lo constituye y lo sostiene contra la fuerza de la gravedad y las inclemencias ambientales (incluidas las causadas por las personas); viaja con facilidad sin perder la capacidad de dejar su poso en la experiencia y en la memoria de un oyente distante.

Enlaces:

Edificio Resonante: http://edificioresonante.com/
Juanjo Palacios: http://juanjopalacios.com/

jueves, 7 de enero de 2016

NY_Soundwalk_MLKJr.Blv.





Aquel domingo decidí darme un paseo por la zona cercana al hostel en el que nos alojamos esos días. En Harlem un domingo por la mañana, mucha gente va a la iglesia (especialmente los mayores) y son pocas las personas que se pasea por la calle… algún coche… los gorriones que revolotean entre los árboles… alguna ambulancia… acompañaban mis pasos. Un camión se aproxima con un furibundo sonido y poco después, entre voces, otro más… La calle es amplias y los edificios de poca altura, por lo que los sonidos que llegan hasta aquí, como el de la ambulancia, pueden venir de la calles adyacentes y hasta de más allá. Con todo, son pocos los sonidos que se escuchan y casi siempre dispersos, aunque por momentos parece que se concentran voces, coches, silbidos, sutiles cantos de pájaros… En esa secuencia, discontinua y desequilibrada, desigual y caprichosa, se puede escuchar el vaciado de un contenedor de vidrio, el paso de un tren, skaters, camiones, aviones, risas, silbidos y diversas señales sonoras incrustadas en la más descuidada cotidianidad.